Entender y cuidar el sistema familiar.
La definición de sistema es un conjunto de elementos interrelacionados ordenadamente entre sí y que contribuyen a lograr un mismo objetivo. Hay muchos tipos de sistemas: el cuerpo humano, el hardware de un ordenador, una empresa, una familia, una pareja… un sistema busca el equilibrio para permanecer en el tiempo a través de la estabilidad y el crecimiento.
¿Cómo funciona un sistema? Si hablamos del sistema familiar, el sistema funciona considerando que cualquier miembro de la familia tiene derecho a pertenecer, da importancia al orden de llegada de los miembros de la familia, y a que este sistema esté equilibrado para perdurar en el tiempo.
¿Para qué es importante entender lo que es un sistema?
Para entender que somos parte de algo más grande que nosotros mismos, y que existimos en el mundo también a través de las influencias que recibimos de los sistemas a los que pertenecemos: nuestra familia de origen, la familia que creamos, la empresa en la que trabajamos, un grupo de amigos, … Por esta misma regla entendemos la responsabilidad que tenemos en cuanto a nuestras acciones, actitudes, palabras en un sistema, dado que cada uno de los miembros tiene una repercusión en los demás y en el objetivo mismo de este sistema.
Para que cada uno dentro del sistema sepa cuál es su lugar y ocuparlo, con las responsabilidades que le corresponden. Un hijo que se posiciona en el lugar del padre se atribuye un rol y unas acciones que no le corresponden, distorsionando el conjunto del sistema y poniéndolo en peligro. Ocupar nuestro lugar es fundamental para sentirnos seguros en el mundo, y para poder crear nuestra vida deseada.
Para buscar el equilibrio activamente en nuestro sistema, actuando conscientemente para que se puedan dar relaciones equilibradas, sanas, complementarias, y así asegurar que la vida familiar sea agradable y permita la evolución.
Cuando entendemos como padres cómo funciona nuestro propio sistema familiar, podemos actuar con nuestros hijo/as de forma que respete a cada uno por su posición jerárquica, evitando conflictos, celos, relaciones de dominio o de violencia entre hermanos/as. Podemos tratar a los miembros de la familia considerando el todo, y las relaciones que emanan de forma natural por la propia existencia del sistema.
El sistema familiar es el origen, es desde dónde emana la seguridad que les damos a nuestro/as hijo/as para crear su vida, el valor que sienten que tienen porque les hemos reconocido su esencia, el amor que han recibido en forma de caricias, palabras, ánimos, y que llevan dentro suyo como un tesoro, y también el origen es desde dónde emana esa motivación de ir a por los retos que se proponen. El origen es clave para que nuestro/as hijo/as puedan autoliderarse.
¿Eres consciente de tu sistema y de tus relaciones? ¿Qué conflictos aparecen en tu sistema familiar? ¡Considera el sistema y encontrarás cómo solucionarlos!