¿Te cuesta entender las emociones de tu hijo/a? No estás solo/a. La primera forma en la que un niño/a se expresa es a través de sus emociones, y hasta que desarrolle una habilidad avanzada para comunicar lo que siente, seguirá siendo así. Esto puede ser un desafío, pero no es imposible.
Como padres, tenemos dos roles fundamentales: cuidar y educar. Cuidar implica estar presentes desde un estado emocional neutro, ofreciéndole un espacio seguro a tu hijo/a donde pueda expresar sus emociones libremente. De esta manera, le permitimos aceptarse tal como es y vivir plenamente sus emociones, lo que les ayuda a comprenderlas y gestionarlas con el tiempo.
Por otro lado, educar implica enseñarles cómo funcionan las emociones y cómo manejarlas. Para poder hacerlo, es clave que nosotros, como padres, entendamos nuestras propias emociones y las estrategias que utilizamos para manejarlas, porque los niños aprenden por imitación.
Si te resulta difícil entender las necesidades emocionales de tu hijo/a, pregúntate:
- ¿Qué tan conectado/a estoy con mis propias emociones?
- ¿Qué significan para mí mis emociones?
- ¿Cómo quiero guiar a mi hijo/a en la gestión de sus emociones en el futuro?
Recuerda: no podemos enseñar lo que no comprendemos. Comienza por ti mismo/a y, desde ahí, estarás más preparado/a para guiar a tu hijo/a.