El Coaching es una relación profesional que consiste en el arte de acompañar a uno o varios coachees durante un proceso creativo y no directivo, que potencia la capacidad de autodescubrimiento e invita a la acción en las áreas propuestas por la persona.
Mediante el uso de sus competencias que son Escuchar, Observar, Preguntar y dar Feedback, el coach tiene en cuenta la persona en su totalidad, es decir que considera su dimensión emocional, mental, lingüística, corporal, energética, etc., y su relación con el entorno, para promover en esta tanto la reflexión como el incremento de consciencia y la toma de decisiones.
El coaching se diferencia de otras metodologías por el hecho de no ser directivo. Es decir que el coach no dirige, ni guía, ni sugiere, ni aporta soluciones al coachee. De esta forma, la persona se encuentra frente a ella misma, y puede explorar verdaderamente quién es, qué se esconde en su interior, y crear a partir de eso.
Para mí, es aquí donde reside la magia del coaching. Hemos leído muchas veces que las respuestas se encuentran en nuestro interior, pero no sabemos cómo encontrarlas. Nos resulta difícil porque muchas respuestas se esconden en nuestro inconsciente, y no nos damos cuenta de la influencia que puede tener lo que está allí, en nuestro inconsciente.
A través de preguntas retadoras, el coach invita a la persona a mirarse de verdad, a ser sincera consigo misma, y a elegir el camino que solo ella sabe que es el mejor para ella, porque su vida la vive ella, y nadie la conoce mejor.
Vivir un proceso de coaching es atreverse a ser libre, y eso puede dar miedo, porque la libertad significa que no hay límites. El límite lo pones tú, y qué difícil es cuando no hemos aprendido de otra forma que responder a peticiones o ordenes exteriores. Es verdad que es más cómodo y confortable, pero es eso mismo que a la vez nos impide vivir nuestro potencial, saber por completo que es lo que tenemos en nuestro interior.
Vivir un proceso de coaching es decidir ser creador o creadora de su vida, responsabilizarse de ella, y salir empoderado, empoderada. Es experimentar la vida bajo nuestra vivencia propia y sacar los aprendizajes. El coach simplemente está allí para sostener y para acompañar a la persona en alcanzar su objetivo, aceptándola, respetándola, estando presente, y confiando en ella y su potencial.
El coaching está destinado a personas sanas que quieren alcanzar un objetivo en su vida y no saben cómo, enfocándolas en el futuro, y permitiéndoles ser dueñas de su vida.
¿Si no lo has experimentado, a qué esperas? Seguro que estás deseando mejorar tu vida en algún aspecto. Atrévete a mirar para dentro, y a empoderarte.